Participa en el 11º. Concurso Nacional de Dibujo Rodin - Derwent - Sakura - Hahnemühle, en los niveles estudiante o profesional. La tematica es libre y en profesional podrás ganar un viaje a Inglaterra para 2 personas, $20,000 y un kit de materiales.
1) Originalidad de la obra
2) Proceso creativo
3) Contenido temático
4) Aplicación y desarrollo de la técnica
La obra presentada al concurso deberá ser original e inédita en toda su forma, así como no haber sido presentado en ningún otro certamen o hecho público (tanto de forma impresa como digital). En caso de que la obra resultara copia en contenido o similitud será descalificada y tendrá que regresar los incentivos que le hayan sido entregados. Todo material de índole pornográfico explícito o que atente contra la dignidad humana, será rechazado del concurso.
Debes ser residente en México y ser mayor de edad
Se podrá registrar sólo un dibujo o ilustración por código de registro, este será proporcionado por los distribuidores autorizados una vez que realice su compra de los productos de las marcas participantes.
Se debe enviar en formato JPG, Color RGB, con resolución de 300 DPIs (3,300 x 2,550 pixeles)
Un rincón del jardín retrata la importancia que cada individuo le da a sus objetos de interés o posesiones, un valor simple e insignificante a ojos de otros, quienes desconocen el contexto de tal pertenencia pero un tesoro para el portador de dicho objeto
"Dueño de Nada" es una alegoría a la manera en que actualmente pagamos con tiempo y dinero real cuestiones intangibles y efímeras; aplicaciones, licencias, almacenamiento, entre otras, haciendo que las personas pasen más y más tiempo en los dispositivos móviles, promoviendo el individualismo y segregando la convivencia presencial, haciendo que pierdan la noción del tiempo y priorizando una vida digital. Lo inmaterial e imaginario juegan un papel crucial en este fenómeno; en un mundo de ideas, hay personas comprando "skins" y mejoras para personajes digitales, pagando "nada" con el tiempo de su vida, dando pasos en un mundo de apariencias. Pese a la pérdida de la noción del tiempo y a hacer caso omiso al reflejo personal en las pantallas, no se prioriza solventar de manera más nutrida las necesidades tangibles del espacio físico que se habita, se da primacía a ser "Dueño de Nada".
Todos llegamos a este mundo descalzos y en este estado son pocos los primeros pasos que damos. Pronto somos armados con un par de envolturas para andar, y portar suelas de caucho se vuelve una necesidad impuesta y estandarizada para poder vivir dentro de una sociedad moderna y evitar el juicio ajeno. Sin embargo, enseguida nos apropiamos de esa idea, creyendo que nosotros somos los zapatos mismos. Cegados por una marcada cultura del consumo, la apariencia y el reemplazo instantáneo, se nos va la vida cambiando muy seguido de "anclas de suelo". Al final del tramo de esta línea llamada "vida" solo nos queda un par de zapatos viejos y un tercer pie, mejor conocido como "bastón". Un paso más allá, somos una silla de ruedas con un bulto abarrotado de 70 kilogramos encima de ella. Finalmente, la arena hace lo suyo; absorbe lo que alguna vez le perteneció. En qué momento perdimos tanta libertad (no solo hablando en términos de zapatos), la repercusión más obvia para todo esto es cada vez más evidente: nos es extremadamente difícil definir quiénes somos y morimos sin siquiera habernos conocido a nosotros mismos. Así de lento, así de fugaz... Así de triste.
Las divinaturas nacen de la fusión entre la naturaleza y el cuerpo humano que puede dar vida, alimento y es un reflejo de perfección en cuanto a un sistema vivo, el "SER INMATERIAL" es representado por un pavo real ya que la belleza de plumas y forma desplegan espíritu, una visión cósmica, que puede ver dentro de las almas de los seres.
Un par de amantes, fusionados, un solo ser; unidos en cuerpo, separados por la tecnología, hablando entre sí, mediante dispositivos tecnológicos. Una escena que comúnmente se replica en la sociedad actual, una situación que no es exclusiva de las relaciones de pareja. Mensajes que salen de la tierra y regresan, recorriendo distancias enormes para comunicar a personas que están a centímetros de distancia física. El amor y las relaciones del futuro nos han alcanzado, cavando un surco generacional que no parece apuntar a algo deseable, dando pie a una sociedad donde el individualismo es el estandarte.
Umbral sagrado parte de un proceso de dibujo etnográfico, en el cual registro a los personajes que cohabitan la cultura, presentándose, no solo como entes activos de la sociedad sino también mostrando el arquetipo que encarnan y los conecta con nuestra cosmogonía. En la escena se recorre un espacio etéreo, donde la conciencia rige y observa toda la existencia, el sol de 3 rostros es quien juzga y orienta en el paisaje onírico, este espacio lo recorren 2 personas, las cuales cargan sus máscaras hacia el umbral, a modo de tributo o sacrificio las ofrecen al guardián del pórtico para trascender, esta identidad proyectada en la máscara de la que tendrán que despojarse para acceder a un estadio distinto. El guardián que es a la vez el umbral esta inmerso en una ambivalencia con la muerte, la muerte como el umbral final, la cual se tendrá que aceptar para poder acceder a un conocimiento sagrado del cosmos. Esta imagen vincula una estética cotidiana, como lo son personas que habitan la cultura contemporánea con mitologías y conceptos inherentes en la alquimia y diversas religiones a través de los códigos visuales del dibujo de realidad Fantástica.
¿Qué pasa cuando no podemos caer más bajo? Ese momento donde dudamos de todo hasta de quienes somos, donde nos sentimos abandonados, perdidos. Inmersos en la noche oscura del alma, solo podemos danzar en las sombras, reconociendo que nada es totalmente negro ni blanco, simplemente somos humanos tratando de ser más conscientes.
Un viejo ratón deseoso de explorar y conocer un mundo que él sabe es infinitamente más grande que él mismo se ha armado de valor para emprender su viaje después de encontrar una canasta de mimbre en perfecto estado y después de haber hecho modificaciones a su sistema de descenso. Con él viaja su sobrino: un niño que perdió a sus padres desde muy pequeño y quedó a cargo de su tío, del cual, a través de sus historias y de sus búsquedas, ha encontrado un ansia inmensa de grandes aventuras. Aquí encontramos a nuestros protagonistas saliendo de entre las nubes y escapando por poco de una posible tormenta. El uno viendo casi con nostalgia cómo el cielo al fin se abre frente a ellos y el otro viendo incrédulo el mundo que están dejando atrás. Un dibujo hecho completamente con tinta china, estilógrafos del 003, 005, 03 y 04 (Sólo la flama de la vela y parte de la bufanda del viejo ratón se hicieron con tinta aguada, pero aún tinta china), y fue primero el dibujo que la historia. Las nubes los rodean y le abren el paso con trazos finos direccionales a un globo que ellos construyeron con papel y alambre y le amarraron una canasta de mimbre con agujetas viejas, además de añadirle una cuchara azucarera como sistema de descenso (Aún por probar) para reducir el calor que llegue de la flama al globo. Una vez que la escena cobró vida, los personajes dieron pistas de quiénes eran y es de ahí que nace el relato.